Con el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada comenzamos el próximo 7 de marzo este curso extensivo a cualquier persona interesada, con participación presencial y online:
Desde pequeño he entendido que ayudar a los demás era la forma de estar bien, que hacer el bien me hacía crecer como persona; y quiero seguir ayudando con sesiones individuales, talleres y charlas, compartir ideas y experiencias. Te invito a participar en el proyecto, y en el contacto que está al final de esta página podemos quedar para una sesión gratis evaluativa.
domingo, 11 de febrero de 2024
Seminario: Profundización en los textos y contextos de las religiones orientales y las tres religiones del libro
Con el Centro Mediterráneo de la Universidad de Granada comenzamos el próximo 7 de marzo este curso extensivo a cualquier persona interesada, con participación presencial y online:
sábado, 10 de febrero de 2024
Habla un exorcista
Habla un exorcista
Se está hablando mucho de la película Nefarious, de reciente estreno, sobre las manifestaciones de un endemoniado. A lo largo del año, leemos en el Evangelio exorcismos que Jesús hace, milagros en los que echa demonios fuera de personas poseídas, y otras curaciones de Jesús. El caso más clamoroso, es cuando responde el endemoniado: “me llamo Legión, porque somos muchos”, y Jesús los manda a una piara de cerdos, que se caen por un barranco.
Esta tradición ha seguido entre los cristianos, y últimamente han contado sus experiencias algunos como Gabriele Amorth, en su libro Habla un exorcista (ed. Planeta Testimonio, en castellano), y se ha estrenado una película recientemente, El exorcista del papa (2023) con Russell Crowe como protagonista, que recoge el legado de ese exorcista, añadiendo material de invención, y que me gustó.
Los exorcismos son rituales religiosos que buscan expulsar al demonio o entidad maligna que se cree está poseyendo a una persona. En el cristianismo, por ejemplo, los exorcismos son realizados por sacerdotes autorizados y siguen un procedimiento específico, que a menudo incluye el uso de oraciones, agua bendita y la recitación de pasajes sagrados, pero también los signos sagrados: Amorth por ejemplo dice que el demonio no soporta los signos de devoción a la Virgen.
El demonio actúa muchas veces, en lo que llamamos tentaciones, pero no siempre son ciertos los supuestos casos de posesiones. Recuerdo que en una ocasión participé en una supuesta persona poseída, una chica de unos 15 años, que estaba condicionada seguramente porque un psiquiatra le dijo que la curación no dependía de cosas naturales y que no estaba en sus manos la curación, y seguramente se sugestionó hasta puntos inimaginables como hablar lenguas y otras cosas por el estilo (proferir blasfemias, palabras obscenas) y tener una fuerza descomunal, pues entre cuatro personas no conseguían sujetarla. Después de unas oraciones, se calmó y aparentemente se curó de esa situación, que nunca volvió a suceder. Pero hay otros casos muy claros de posesiones, que han sido documentados recientemente por diversos periódicos como el diario El mundo en estas últimas décadas.
Las representaciones cinematográficas tienden a dramatizar y exagerar los elementos para crear un impacto emocional en la audiencia, incluso con el género fantástico como la saga de La monja de la que ya hay dos películas. Pero algunas películas, como la citada de Nefarious, o la clásica El exorcista de los años 70, expresan con claridad lo que es una acción de posesión diabólica.
La acción del demonio ha estado presente en muchas culturas desde tiempos inmemoriales: tanto en Oriente como en Occidente: y en la religión judeocristiana (y por tanto en la musulmana, que nace de esas raíces judías y cristianas). En el medievo, por ejemplo, son frecuentes los “Puentes del diablo”, con leyendas de personas que habían pactado con el demonio (le habían vendido su alma) para conseguir bienes materiales o el amor de una persona.
Por desgracia, las sectas satánicas hacen daño en muchos sitios, incluso con rituales macabros, de modo que es algo siempre actual. Aunque, como bien decía un libro de C. S. Lewis, Cartas del diablo a su sobrino, la táctica del demonio en nuestro tiempo es conseguir que no crea en él. La citada película Nefarious expresa también esto, pues el sacerdote que visita al endemoniado no cree en el diablo.
La Iglesia Católica mantiene exorcismos menores desde el rito del bautismo, y el Rito de Exorcismo está regulado en rituales, el último “Sobre los exorcismos y oraciones de súplica” es de 1999.
Recuerdo que al comienzo del citado libro Habla un exorcista, el sacerdote le pregunta al endemoniado: “¿por qué Dios hizo el infierno?” y el demonio responde: “¡Dios no lo ha hecho, lo hemos hecho nosotros!” Me gustó porque expresa muy bien esa realidad, de la triste posibilidad de autoexclusión del amor divino.
Me gusta pensar que Satán y los demonios son criaturas, con un poder limitado, y que Jesús nos habla de no tener miedo, pues la gracia divina es liberadora de todo mal, como rezamos en el Padrenuestro, que puede traducirse en su parte final como “líbranos del mal” o “líbranos del maligno”. Y en la devoción a la Virgen como el Acordaos, que nos revela que quien reza a la Virgen y con el uso del escapulario se une a ella el sábado siguiente de la muerte; y la costumbre de las Tres Avemarías también aseguran esa compañía de María, como bien expresa el cuadro del Greco El entierro del Cónde Orgaz, cuando vemos el alma que se libera del cuerpo, pasando por un útero espiritual, y naciendo al cielo de la mano de la Virgen María, que la está esperando.
Dimensiones superiores que no vemos
Dimensiones superiores que no vemos
Llucià Pou Sabaté
Una actitud de paz
Para comenzar a trabajar por la paz es importante comprender que suele ser en los momentos muy buenos (éxtasis) o muy malos (agonía) cuando se da esa motivación del cambio, necesaria para tener paz. Por ejemplo, cuando alguien ha sufrido ya mucho puede producirse una saturación, que produce la búsqueda del cambio.
Solamente podrá tener paz aquél que se dedica a trabajar sobre sí mismo y no sobre los demás. Para lograrlo es necesario establecer un sistema de educación para la paz que se inicie en la más tierna infancia. Esto requiere que los progenitores y todas las personas relacionadas con la educación asuman un verdadero comportamiento pacífico, sustentado en la comprensión profunda del Amor y así se irá descubriendo que es precisamente el Amor la ley principal que rige el Universo.
A veces se llega ahí después de una saturación, de un ver que los resultados siguen siendo inadecuados, y serán los mismos si seguimos haciendo las mismas cosas, si no cambiamos. Se trata de un pasar del agobio ante los conflictos mentales a una libertad donde el alma se deja llevar, se fía, sabe que aquello acabará bien… y si no está la cosa bien es que aún no ha acabado. Y por eso en el alma no se sufre ya, aunque la mente se resista y notemos en ella el zarpazo del sufrimiento, éste es así más liviano, en un proceso que va siendo más llevadero.
Es como pasar de un nivel de frecuencia vibratoria densa donde domina la oscuridad, a una luz, a un nivel de frecuencia vibratoria mucho más alto, una vibración llena de energía vital, fruto de esa amplitud de contexto. Ante la saturación de información de hoy día, buscamos esta otra información (digamos más espiritual) para el alma, trabajamos la interioridad, el desarrollo de la consciencia a niveles de comprensión superiores. Esto, naturalmente, nos dará una positividad que se transparenta en nuestro exterior: hoy día viene a aplicarse al mundo de la empresa como soft skills, habilidades blandas que son parte de la inteligencia emocional y social y que pueden cultivarse.
¿En qué consiste esa luz? En adquirir intuición de verdades que no se ven, en cierta forma que nos ponen en relación con trascendernos a través de nuestra interioridad, hacia dimensiones superiores que no vemos, superar la percepción mental que por definición es una interpretación limitada por nuestra consciencia mental, a una apertura a través de la intuición, hacia la infinidad del Amor.
Pues, más allá de la mente, la dualidad subjetivo-objetivo ya no existe, porque en ese nivel el conocedor resulta ser el conocido. Podemos incluso vernos como espectadores, y superar la limitación egoica. Esa realización se hace en el ser interno y esa experiencia multidimensional no puede estar contenida en ningún sistema de pensamiento. Cuando María Zambrano decía que la modernidad había perdido la verdad y el alma, se refería a eso: la mente ha tomado su lugar con el pienso, luego existo, dejando de lado otros aspectos más importantes. Y uno de ellos es esa verdad interior que nos transforma, pues –seguía diciendo la filósofa malagueña- en la filosofía moderna se busca una verdad que manifiesta pero no nos cambia, “una verdad que no sea transformativa no es verdad”.
Por eso, la paz se alcanza con un trabajo interior, para que desaparezca cualquier conflicto dentro de nosotros, es decir, cuando se trasciende el ego y, por tanto, desaparecen los deseos egoicos. Al desaparecer estos, solo perdura una intención positiva (propósito espiritual). Está claro que la persona puede estudiarse desde distintos puntos de vista (espiritual, racional-sentimental, emocional o físico) y todos esos puntos de vista son necesarios para lograr una vida equilibrada, una visión integral de la persona. Como somos multidimensionales, hay muchos aspectos que influyen en nosotros, y son influidos por los demás. Pero en la base de todos ellos está un punto de vista espiritual (no identificado con lo religioso, sino con lo profundo de la persona, lo que sería una visión humanista) y su influencia sobre los otros puntos de vista.
Pero esa búsqueda ha de ser sin ansiedad, sin un deseo impaciente, pues -dice el Tao- “el deseo perturba la mente y esta perturba al espíritu”. En la modernidad, junto a muchos conocimientos estupendos descubiertos por las disciplinas científicas, ha habido una disgregación de la persona que es algo negativo, una pérdida de la unidad que debemos recuperar, para intuir contextos mas amplios donde la realidad espiritual se integra mejor con los conocimientos racionales posibilitando la resolución de problemas aparentemente insolubles de los contextos anteriores.
Es necesario romper con ciertos paradigmas establecidos que nos dan creencias limitantes, y forjar cada uno su propio paradigma, un paradigma que le ayude a captar dimensiones más profundas de la realidad y a elevarse espiritual y éticamente hacia una consciencia más cabal e integradora.
sábado, 3 de febrero de 2024
Artículos de prensa, y oportunidad de publicar allí
viernes, 2 de febrero de 2024
jueves, 1 de febrero de 2024
La muerte no es un castigo divino
Sobre la guerra de Gaza y otros textos
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