En la vida todo es aprendizaje, y lo mejor está por llegar…

jueves, 30 de noviembre de 2023

La "taza vacía" puede llenarse de cosas nuevas


La vida no consiste tanto en querer controlar como en soltar amarras.


Por: Llucià Pou Sabaté | Fuente: Catholic.net



Con frecuencia, las creencias limitativas que se adquieren en la vida nos llenan de conceptos equivocados, que pueden llevarnos al colapso, por ejemplo del perfeccionismo en la limpieza o en el orden o cualquier otra manía, es decir volcarnos en una perfección exterior en lugar de buscar la paz interior. La imagen de la taza vacía se utiliza a menudo para ilustrar la disposición mental de estar abiertos, receptivos y dispuestos a aprender. A lo mejor queremos resultados distintos en nuestra vida, y para ello deberemos hacer cosas distintas, pensar cosas distintas, volver a vivir nuestra vida y no la vida de los demás. Hacer limpieza…

Imagina tu mente como una taza vacía. Si está vacía, tiene espacio para llenarse con nueva información, conocimientos y experiencias. Mantener una mente abierta significa estar dispuesto a considerar nuevas ideas, perspectivas y aprender de los demás.

Una taza vacía simboliza la ausencia de prejuicios o pre-ocupaciones (“preocuparnos” en lugar de “ocuparnos”), y así sin vivir el presente estamos prisioneros de los remordimientos del pasado (“tenía que haber hecho esto en lugar de aquello…”) o los miedos del futuro (“seguro que esa relación no va a durar, seguro que me echan del trabajo…”), preconcepciones insanas que no sirven y no son reales en el 95% de los casos. En todo caso, la pre-visión nos ayuda a poner los medios para construir el mejor de los futuros, sin querer controlar los resultados (que a veces degenera en enfermedades y estrés). Estar dispuesto a aprender implica dejar a un lado las creencias preexistentes y estar abierto a entender el mundo desde una perspectiva fresca, sin juicios previos.

La taza vacía representa una actitud de aprendizaje continuo. La idea es que, al igual que una taza vacía siempre puede llenarse, una mente abierta y receptiva siempre tiene espacio para adquirir nuevos conocimientos y habilidades a lo largo de la vida.

Vaciar la taza puede ser visto como un acto de liberación de lo viejo para dar paso a lo nuevo. En términos de crecimiento personal, implica deshacerse de las limitaciones autoimpuestas y estar listo para abrazar oportunidades de desarrollo y cambio. También se relaciona con la humildad, reconociendo que siempre hay más por aprender y que nadie tiene todas las respuestas. Estar dispuesto a reconocer nuestras limitaciones y permitirnos ser guiados por la sabiduría y la experiencia de otros.

Si lo más importante en la vida es aprender (aprender a amar sobre todo), esa comprensión es muy importante en el ámbito educativo, en el de desarrollo personal o en la adopción de nuevas ideas. Mantener una actitud de apertura y disposición para aprender echa fuera toda rigidez mental puede limitarnos y encarcelarnos en nuestro ego y en concreto en los conceptos (a veces equivocados) que genera nuestra mente.

¿Qué es vaciarme? Tengo que aprender a mostrarme vulnerable, a admitir aquel vacío, que todo ha cambiado, que aquello ya no está. Voy a tener que echar del vaso aquello que no me da paz, para poder llenarlo nuevamente de información correcta, pues lo que no da paz no es verdad, la verdad es pacífica (como dice Dios en la Biblia: “yo tengo pensamientos de paz y no de aflicción”), lo que no da paz, hay que echarlo fuera. Mi vida se enriquece cada vez que lleno la copa, pero también se enriquece cada vez que la vacío... porque cada vez que vacío mi copa estoy abriendo la posibilidad de volver a llenarla, con mi comprensión de hoy, gracias a mis experiencias de ayer, hacia una vida para el mañana.

Jorge Bucay, en su libro sobre “El camino de las lágrimas”, insistía en ese vaciarse: toda la historia de nuestra relación con el crecimiento personal es la historia de este ciclo de entrar y salir, llenar y vaciar, tomar de lo nuevo después de decir “vete” a lo que no va...

Es cierto que podemos estar apegados a ciertas cosas materiales, ciertos recuerdos, incluso podemos tener las cosas de alguien que nos ha dejado, como haciendo un museo con esos recuerdos materiales o de nuestra memoria, pero la clave es siempre la misma: ¿eso me da paz? Si es que sí, aquello nos beneficia; si es que no, es mejor desprenderse de todo ello, cuanto mayor es el apego, el pegamento que nos une a lo malo, mayor es el daño que se produce...

Muchos orientales, siguiendo a Buda, nos hablan de que la felicidad está impedida por el sufrimiento, y que para no sufrir hay que evitar los deseos y apegos. Pero me parece que la clave está en integrar todo en el alma, y no dejar de tener emociones y deseos, pues el amor lleva siempre a sufrir, aunque sea un poco, por el amado. Si no se ama, no se sufre. Porque quien ama corre el riesgo de sufrir. Recuerdo unos versos: “mi vida es toda de amor, / y si en amor estoy ducho, / es por causa del dolor, / pues no hay amante mejor, / que aquel que ha llorado mucho”. Sin duda, el alma si tiene comprensión de que todo es para bien, y confianza en que estamos siempre en manos de Dios, ese sufrimiento mental y emotivo será menor pues encuentra un sentido: y cuando el sufrimiento tiene un sentido está lleno de aceptación y de esperanza, mientras que si no lo encuentra solo hay resignación y descorazonamiento.

Para crecer, necesitamos oposición, resolver esos problemas que en realidad son procesos, en nuestro aprendizaje. Las dificultades son así oportunidades, y no hay modo mejor para crecer que superar esos obstáculos adecuados a nuestro nivel de frustración para no desanimarnos ni aburrirnos, algo así como lo que proponen los videojuegos que presentan una pantalla adecuada a nuestro nivel para que haya “flow”, máxima concentración y mínimo esfuerzo porque estamos motivados. En cambio, cuando alguien se enfrenta a una dificultad demasiado alta puede desanimarse, hundirse, y es conveniente que le demos ayuda.

Una de las cosas que tiene pasar por uno de esos malos tragos de la vida es que también aprendemos. Madurar siempre implica dejar atrás algo perdido, aunque sea un espacio imaginario. Abandonar uno de esos espacios anteriores (internos o externos), siempre más seguros, más protegidos, previsibles. Dejarlos para ir a lo diferente. Pasar de lo conocido a lo desconocido. Esto, irremediablemente, nos obliga a crecer. Ser consciente de que puedo soportar los cambios, de que puedo salir delante de aquella crisis, si lo decido, me permite también tener paciencia en ese momento de crisis, quedarme haciendo lo que hago, construyendo en cuanto pueda la oportunidad que me brinda aquello. Pues hay momentos en que nos parece que todo ha llegado el final, que estamos en un callejón sin salida, que nada vale la pena.

Así, la vida transcurre entre amores y desamores, entre triunfos y fracasos, en un aprendizaje que supera todos los problemas, para que podamos ser felices sin depender de si hay o no frustración. Una vida con sentido es una vida con amor, sintiéndose amado y sabiendo amar. Procuraremos ayudar a quienes se enfrentan a cotas demasiado altas de dificultad, dándoles información adecuada si la aceptan, para que tengan más comprensión, sepan transformar la resignación y quizá hundimiento en una comprensión que esté llena de aceptación y esperanza, que les dé sentido de vida...

La vida no consiste tanto en querer controlar como en soltar amarras, es un dejarse llevar por la confianza con Dios, no aferrarnos a los proyectos demasiado elaborados, dejar que la mano de Dios los rehaga, como el alfarero hace de nuevo el jarrón con el barro fresco… Él sabe más, Él nos lleva a todos, nos dice como a Pedro: “sígueme”. Aquello que perdemos ahora, nos lo dará con creces, cien veces más. Podemos decir que este punto es central en la vida, y en el aprendizaje a través del dolor y en toda pérdida. Si queremos controlar el destino, nos pasamos la vida con miedo y angustias. En cambio, si somos conscientes de que Dios cuida de nosotros de continuo, dejaremos las riendas de la vida en sus manos, sabiendo que lo mejor siempre está por llegar. Nos ocuparemos del día a día, pero sin preocuparnos. E integraremos el dolor, la muerte de alguien querido, dentro de esos planes, sabiendo que al final todo será para bien de todos.

domingo, 19 de noviembre de 2023

La crudeza de un conflicto milenario y la implicación de las grandes potencias

 

La crudeza de un conflicto milenario y la implicación de las grandes potencias


Israel ha pedido a los habitantes del norte de la franja de Gaza que se vayan al sur, pero hemos visto que muchos no lo han hecho. Israel dice que los que se queden serán considerados como pertenecientes a Hamás, pero si pensamos que muchos son familia de miembros de Hamas en mayor o menor grado, vemos que la acción violenta contra ellos no es posible, que un exterminio así sería inmoral y no viable ante los ojos de la opinión pública internacional: hay que usar otras vías

Israel y Gaza han tenido ciclos de violencia frecuentes con enfrentamientos militares y ataques de uno al otro. En 2021 hubo un conflicto y ahora estamos viviendo otro más grande, pues está incluyendo la posible intervención de Rusia y China a favor de Palestina, que en realidad es un enfrentamiento con Estados Unidos, que apoya a Israel. La diplomacia internacional está implicada en que ese conflicto no crezca a nivel global, sobre todo la Comunidad Europea ve el peligro de que el conflicto le toque de cerca, al igual que una acogida de refugiados como ha pasado con Ucrania. Egipto -que reconoció a Israel como Estado- parece que no quiere acoger a los desplazados de Gaza.

En el estado actual, podemos decir que una cosa son los judíos que convivieron durante siglos y siglos con los cristianos y musulmanes y siguen conviviendo hasta ahora y otra cosa son los sionistas que defienden ir ampliando una tierra una vez han conseguido un Estado reconocido por el derecho internacional, derecho al que no se han acogido en cuanto a sus obligaciones. El estado sionista israelí lleva masacrando a los palestinos, tanto musulmanes como cristianos (ortodoxos y católicos), durante 56 años. Israel está oprimiendo al pueblo palestino y, por eso, surge un antijudaísmo en el mundo árabe-musulmán. También sufren los cristianos las consecuencias de un régimen que no deja que se viva en la parte judía, que dificulta la compra de terrenos, en su exclusivismo, por ejemplo en Jerusalén, y además con cualquier excusa destruyen edificios para irse quedando con todo el terreno.

Bien se ha dicho estos días que un judío es aquel que procede del pueblo judío y cree en la religión judía, mientras que un sionista es aquella persona que considera que los judíos deben tener su Estado hebreo desde que Inglaterra les cedió parte de Palestina y lo respaldó la ONU. El pueblo judío fue víctima del antijudaísmo cristiano y luego el racial que culminó en el holocausto. Y la búsqueda de una tierra propia no ha sido un oasis sino una ciudadela en guerra. Así, en 1948, muchas personas árabes fueron enviadas a campamentos en Líbano, Jordania y Cisjordania, donde también se han instalado 800.000 colonos israelíes.

El lobby sionista es muy poderoso en EEUU y muchos sitios del mundo, donde tienen el control de los poderes económicos. E Israel se ha acostumbrado a no obedecer las directrices internacionales, pues se le ha protegido con impunidad por parte de esos organismos.

No puede salir nada bueno de dos facciones cuando una quiere el exterminio de la otra: los musulmanes de la zona la expulsión de todos los judíos y la imposición de un califato de barbarie en la región, y los judíos la conquista por unos medios u otros (guerra o asentamientos cada vez más amplios) de todo el territorio de la zona.

La intransigencia de los judíos

Las manifestaciones a favor del exterminio de los judíos «desde el Jordán hasta el mar Mediterráneo» no ayudan nada porque, por encima del sentimiento, ha de guiarnos la verdad. A mí me fastidia la intransigencia de los judíos hacia los cristianos haciéndoles la vida imposible, cosa que no sucede entre los árabes palestinos, que tienen más respeto por los cristianos. Pero también me fastidia la intransigencia de los islamistas hacia todos los que no piensan como ellos, tanto si son cristianos como si son mujeres que quieren ir sin velo o cualquier otra forma de atentado a la libertad.

Lo que ha pasado estos días ha sido la mayor masacre de judíos desde el Holocausto, que, en proporción a la población de EEUU, sería como matar a 50.000 de sus habitantes. Pienso que Israel debe actuar, pero de manera justa, y con su actuación en contra de los derechos humanos está perdiendo el relato, y con ello la simpatía de la mayoría. Y eso es lo que se pide, no masacrar a población civil, atender a sus necesidades. Que Israel no sea tan ingenuo de responder a la tremenda provocación de Hamas siendo como ellos, pues entonces perdería toda credibilidad.

La solución a nivel global pasa por el reconocimiento de los dos Estados, Palestina e Israel, pero parece que los países árabes, sobre todo Irán, están empeñados en que desaparezca el Estado de Israel y eso dificulta toda negociación, haciendo casi imposible la autodeterminación para los palestinos. Por ejemplo, en Gaza, Hamás se hizo con el gobierno del territorio. El desafío es complejo, la paz y la seguridad para las personas en la región no se ve posible a corto plazo.

La Franja de Gaza es ahora el avispero del conflicto y, en esa partida de ajedrez, nadie mueve ficha por ahora: Irán, que parece que promueve el terrorismo anti-israelita, si actúa directamente, puede provocar la guerra con Estados Unidos, que ya ayudó a Israel en otras guerras y ha estado apoyando desde la fundación del Estado. China es una gran potencia, pero no puede arriesgar su economía, pues es el gran bazar del mundo y depende de sus ventas en Occidente.

Rusia está ya implicada en el conflicto de Ucrania y, aunque Occidente no quiere humillarla para que el conflicto no sea nuclear, tampoco le ha salido la jugada como quería y necesita distraer la atención creando otros conflictos para que Putin no pierda apoyos. Israel ha conseguido que Irán no tenga bomba atómica, pero Netanyahu sí la tiene, por lo que supone una carta que tiene siempre en la manga, para evitar un conflicto a gran escala. Y por encima de todo eso, pienso que tanto Israel como Palestina, por su pasado resistente ante las contradicciones, no tienen un derecho tolerante como en otros países de Occidente, sino que actúan con acciones bélicas. Y la guerra es siempre la peor de las soluciones a largo plazo. Aunque es lógico que Israel se defienda de esos ataques, su actitud ha de mejorar para no seguir provocándolos y acogerse al derecho internacional.

Una instancia por encima de los gobiernos


Sería un tribunal que se centre en atender a la dignidad de la persona.


Por: Llucià Pou Sabaté | Fuente: Catholic.net



En las 40 guerras que hay actualmente en el mundo, y en tantos otros conflictos armados que ha habido anteriormente, vemos que están alimentados por la industria de armamento, y otros poderes económicos: así, si hay combustibles fósiles u otro bien primario apetecido, la atención es mayor que si no hay esos intereses como pasa en muchos países menos desarrollados. La falta de una instancia internacional de derecho, que promueva la justicia, hace que un capitalismo salvaje de tipo neocolonial, o bien un expansionismo sobre todo ruso o chino apoyen ciertas guerras, e incluso las creen. La misma ONU está manejada por esos poderes, basta ver como dejaron indefensos a Timor oriental, Rwanda en el genocidio entre hutus-tutsis, Sahara occidental, etc. 

De todo ello ha de surgir un sentimiento de que todos somos hermanos, de que no podemos construir más torres de Babel que nos dispersan (en tantos foros internacionales por ejemplo) sino un nivel mundial la dignidad de la persona, un nuevo orden internacional... 

Por desgracia, en las actuaciones políticas, vemos que no domina un parlamento sea nacional o internacional (ONU, Parlamento europeo…): domina el sistema, que es una mezcla de los políticos, los poderes económicos, la opinión pública…

Pienso que el principal motor de la historia no es la política o la economía, que son más variables al poco tiempo, sino algo más profundo, como son la sociedad, y sobre todo la cultura. Si hay un alto nivel de consciencia, evoluciona la humanidad. Si no, puede caerse en lo que explicaba la novela “El Señor de las moscas”, donde un grupo de jóvenes náufragos viven un proceso de degeneración en una isla, frente a otros que se mantienen honestos, que creen en los valores; la conciencia resentida de los pervertidos, que forman una secta aparte cada vez mayoritaria en los habitantes de la isla, va a la caza de los restantes (que son como una bofetada para su conciencia resentida). Pasada la frontera del crimen, nada importa ya...

Hemos visto como en cierto modo se cumple lo que Platón anunciaba en "La República": critica la democracia ateniense de su tiempo y aboga por un sistema político basado en la meritocracia. Veía una inestabilidad de la democracia pues podía degenerar en oligarquía (hoy lo vemos en el caso de Rusia), democracia desordenada (lo vemos en muchos países) y finalmente tiranía (lo tienen ya en Rusia, China, Venezuela y muchos otros países). Aristóteles siguió en la línea de su maestro, y decía que la democracia podía convertirse en oclocracia, o gobierno de la multitud sin restricciones, una "tiranía de la mayoría".


¿Cómo se desarrolla esta dicotomía egoica que machaca la dignidad de las personas? ¿Cómo se da la insensibilidad ante el hambre, la muerte en pateras, las pandemias que diezman la población de países enteros como pasó en África con el SIDA y pasa con otras muchas enfermedades? Decía Susanna Tamaro (“Donde el corazón te lleve”, “Ánima mundi”, etc.) que cuando la inteligencia humana no es humilde y niega la trascendencia, el hombre no es más que un mono que va por el mundo con las manos manchadas de sangre (clara referencia a que, cuando el hombre se cree dios y levanta el puño contra el cielo, pierde el sentido de quién es su hermano y lo mata (Caín mató a Abel), ya en la primera generación. Cuando se pierde la línea ascendente de depender de lo alto, desaparece la línea horizontal de querer a los demás como hermanos. 

¿Cómo puede usarse como escudos humanos niños y poblaciones enteras, en estas guerras donde los combatientes, terroristas, etc., se esconden en casas civiles, en hospitales? Son ideologías en las que no prima la persona sino una “idea” que puede ser la que propugna un tirano y que lleva a morir a poblaciones enteras (millones, en Ucrania por las hambrunas causadas por Stalin y otros muchos genocidios). Y  frente a los fundamentalismos nuevos o antiguos es necesario proclamar la dignidad de la persona, y su componente espiritual no reducible a química, que es la propia consciencia. 

De ahí la propuesta no de un “gobierno global”, que demasiado existen en manos de ciertos poderes financieros, sino un “derecho global”, una instancia jurídica. Desde que los humanistas promovieron el Derecho que ahora llamamos Internacional, y Kant propuso la Sociedad de Naciones en su Carta para la Paz, estamos buscando este equilibrio entre intereses, y sin duda hemos de ir a una instancia superior, la consciencia, que es compartida por todos en más o menos medida, y que puede ser fuente de ese equilibrio. No será algo definitivo, pues como ser histórico el hombre va adelante como a tientas y corrigiendo lo que va quedando obsoleto. También instancias religiosas proponen una instancia superior a los gobiernos sin que los controle, sino oriente, para que no haya esta lucha de poderes donde manda el más fuerte: “El desarrollo integral de los pueblos y la colaboración internacional exigen el establecimiento de un grado superior de ordenamiento internacional de tipo subsidiario para el gobierno de la globalización, que se lleve a cabo finalmente un orden social conforme al orden moral, así como esa relación entre esfera moral y social, entre política y mundo económico y civil, ya previsto en el Estatuto de las Naciones Unidas” (Ratzinger, citando a Juan Pablo II, que entre otros lo han pedido).

Sería un tribunal que se centre en atender a la dignidad de la persona, sin intereses políticos, aunque pueda hacer recomendaciones que los Estados podrían seguir. Es decir, jueces con categoría por sus méritos, que tengan una voz propia a nivel internacional, que vaya consolidando su autoridad en la medida que se vaya aceptando por todos. Tarea compleja y desafiante, pero necesaria, en la que habría que ir definiendo primero los principios y objetivos del tribunal (protección de los derechos humanos, promoción de la dignidad humana y rendición de cuentas por violaciones a esos derechos), ir buscando un consenso internacional que vaya convergiendo en convenciones, independencia financiera (de manera equitativa por los Estados miembros), criterios claros para nombramiento de jueces (pericia legal y sabiduría contrastada por su compromiso con los derechos humanos, y aceptación de esa autoridad por la comunidad jurídica internacional), aspectos educativos conectados (fomento de la dignidad humana y papel del tribunal para esa promoción y protección de valores, en conexión con las cartas de derechos humanos, y búsqueda de una sustentación de esas cartas más allá del mero consenso de sus firmantes), mecanismos eficaces para implementación de las sentencias (las medidas económicas contra los infractores pueden ser algunas de ellas), y como siempre con una adaptabilidad continua a los cambios (sociales, del mundo, de las mentalidades, es decir de los diferentes contextos y contexto global).

martes, 14 de noviembre de 2023

Palestina-Israel, paradigma de dos pueblos mal avenidos desde el principio

 


2023-11-09

Palestina viene de “país de los filisteos”, enemigos del pueblo de Israel...

Llucià Pou Sabaté

Palestina viene de “país de los filisteos”, enemigos del pueblo de Israel durante mucho tiempo. Cuando fueron expulsados los judíos, a lo largo de estos 20 siglos han convivido allí tanto musulmanes como cristianos y judíos, aunque no ha dejado de haber guerras.

Durante el siglo XIX, algunos países europeos sufren actitudes antisemitas (ya fueron expulsados de muchos de esos países, al comienzo de la Edad Moderna). En Rusia los zares obligaron a los judíos a vivir en guetos, y les negaban la propiedad de la tierra y la educación. Miles de ellos fueron expulsados, todo ello hizo que naciera un movimiento llamado sionismo, que promueve el regreso a la Tierra Prometida. Muchos judíos van comprando tierras en esa zona. El Holocausto hizo que después de la 2ª guerra mundial Gran Bretaña recomienda la creación de un Estado interconfesional. Las Naciones Unidas acuerdan la creación de dos Estados independientes y el estatuto de ciudad internacional para Jerusalén. Cuando se proclama el Estado de Israel en 1948, la liga de países árabes lo atacan, pero pierden la guerra.

Las guerras se suceden. Jerusalén pasa a ser judía, siendo la tercera ciudad sagrada de los musulmanes pues piensan que allí Mahoma subió a los cielos. La OLP (Organización para la Liberación de Palestina) lidera desde 1964 esa lucha. Israel no sigue algunas directrices del derecho internacional. Los pueblos árabes son discriminados. En 1987 estalla la intifada (levantamiento). Hubo otro intento fallido de reconocimiento de los dos Estados. El actual primer ministro Netanyahu (que pronto llevará medio siglo gobernando) ha bloqueado también el proceso de paz debido a los asentamientos judíos en tierra palestina.

Estados Unidos regala cada año ayudas económicas importantes a Israel, que siendo pocos consigue así un gran poder económico. Además Israel tiene la bomba atómica, y los países árabes colindantes no.

Por parte islámica, desde el siglo XVIII, los regímenes de Arabia Saudí, Afganistán, Irán, Egipto… se van volviendo fundamentalistas, según las épocas. India y Pakistán también sufren ese proceso. Y esto se ha acentuado en estos últimos años. Los Hermanos Musulmanes es un movimiento islamista fundado en Egipto en 1928, se va dando consistencia teórica al actual islamismo, que ve como "enemigos del Islam" el imperialismo occidental y tiene la esperanza de que la civilización musulmana conquistará el mundo. Ese movimiento se ha ido extendido, también en Argelia (en Siria fue reprimido).

La esperanza mesiánica de un Mahdi, Señor del Tiempo, cuya venida se producirá en las proximidades de la Hora Final, se mezcla con ideas comunistas que favorecieron la revolución en Irán (aunque luego fueron reprimidos) creando una República islámica que ha tenido un gran impacto. Se pensaba que se extendería en los años 80, pero el islamismo iraní es chiita, mientras que en otros muchos países islámicos hay mayoría suní. Pero ese movimiento consiguió alejar a los países islámicos del modelo occidental. Si la revolución islámica no ha sido total, si ha reformado la política y la sociedad musulmana. El fracaso económico de Irán también ha disuadido a otros países de imitar esa revolución.

Turquía con Kemal Atatürk adoptó un estado laico, y hubo un acercamiento al modelo occidental, en las últimas décadas del siglo XX: el socialismo arabista, que tuvo importancia en Siria e Irak, el régimen de Nasser en Egipto y el FLN argelino de Boumedien. Pero han derivado en dictaduras como la de Sadam Husein en Irak, y los pueblos de esos países han seguido en la pobreza. Y van apareciendo grupos islamistas junto a los Hermanos. El sufismo tiene también gran difusión y es influyente, ha sido a lo largo de la historia un gran movimiento místico, que ha entrado en relación con otras religiones creando una gran riqueza espiritual.

Hoy por hoy, esos países tienen un grado medio de desarrollo. Hay un impuesto para ayudar a los débiles. En los países del petróleo en el Golfo Pérsico el dinero está concentrado en pocas manos. Y en Egipto, Irak o Siria, donde hay más tradición intelectual, se formaron unas clases medias con ideas modernizadoras y abiertos a la influencia occidental, al socialismo arabista. Pero la mayoría de la población de estos países suele ser campesina, que no da muchos medios económicos, por eso muchos emigran a las ciudades. Hay mucha antipatía a Occidente, en gran parte por el conflicto de Palestina, que consideran injusto. Y el islamismo les da una esperanza de que un día todo cambiará, imagino que algo así como pasó en los países comunistas.

En algunos países como Túnez o Marruecos hay clases medias, crecimiento económico y moderada modernización de las estructuras productivas, están abiertas a  la vida occidental - comercio, turismo, universidad o emigración. Constituyen la gran esperanza de evitar una confrontación aún más dura entre Occidente e Islam.


Una entrevista sobre la vivencia de experiencia cercana a la muerte

Hola! Te invitamos a la entrevista que Nieves hará esta tarde a Julio. Será online, a las 18.00. Para entrar en la emisión puede hacerlo directamente en rtmp://a.rtmp.youtube.com/live2 o a través de nuestro canal de youtube https://youtube.com/@nievesacostaylluciapou?si=jtFCUYtH-46eCsCs

Julio es psicólogo clínico en Madrid, y miembro de la Fundación Desarrollo de la Consciencia.

Te esperamos. Para cualquier información aquí nos tienes😀

miércoles, 8 de noviembre de 2023

La paz y la aceptación correcta


La paz interior depende principalmente de ese trabajo interior en nosotros mismos, no de circunstancias externas.


Por: Llucià Pou Sabaté | Fuente: Catholic.net



La paz estable y duradera es manantial de gozo espiritual, ese desbordamiento del alma que produce la unión con todo lo amado y que impregna al ser humano en todas sus dimensiones, pues la paz va unida a la unidad que supera toda disgregación, y al gozo que es la felicidad. 

La paz es abrirnos a la aceptación. En todas las religiones de algún modo se recoge la bienaventuranza: “felices los pacíficos, los constructores de paz”. Shalom…  La paz es nuestra situación original, cuando hay un ambiente acogedor que da seguridad, basta ver la paz de un niño que duerme. Con los años, los miedos y las preocupaciones la ocultan, y aparece el estrés, la ansiedad, y otras formas de falta de paz, es decir que aparecen situaciones externas o internas que nos complican la vida, producen inquietud. Podemos decir que esas circunstancias provocan en nosotros unas creencias limitantes, porque no somos capaces de encontrar la razón de bien en ellas. 

Hay opciones como la oriental (el nirvana budista) o el estoico en que con la apatheia o el epicúreo con la ataraxia, para conseguir esos estados de tranquilidad emocional y serenidad, ausencia de perturbaciones emocionales y paz interior.

La Apatheia estoica es el estado de imperturbabilidad emocional sin pasiones ni emociones perturbadoras como el miedo, la ira, la tristeza y el deseo, que se ven como en el budismo como causas de sufrimiento; para ello trabajan la autodisciplina, autorreflexión y la virtud, y ha influido en la vida cristiana como ascética, siguiendo también la tradición griega de purificación (platónica, por ejemplo).

La Ataraxia epicúrea es el estado de tranquilidad y paz interior cuando hay ausencia de perturbaciones emocionales y deseos innecesarios; pues el sufrimiento y la ansiedad vienen de deseos no satisfechos y al eliminar los deseos se obtenía un placer tranquilo: con la moderación, amistad, simplicidad y satisfacción de necesidades básicas.



Aunque han pasado a la historia como los estoicas ascetas y los epicúreos placenteros, en realidad no es exacto, pero sí que la apatía estoica se centra en la autodisciplina y la virtud, y la ataraxia epicúrea en la satisfacción de deseos moderados. 

Todos ellos son autoreferenciales, no piensan en que el dolor ajeno es parte de nuestra vida, y que de algún modo adormecen las pasiones y sentimientos, cuando la virtud cristiana es mucho más rica pudiendo beber de ellos (no absolutizar los deseos, ni el placer, pero no castigarlos tampoco pues todo lo humano es bueno). Lo que hace el cristiano es encontrarle un sentido: no quitar los afectos, sino saber que están todos finalizados a un bien mayor. Que todo es para bien. Por eso podemos aceptar todo lo que viene, como de la mano de Dios, y por tanto algo que nos conviene.

Para que haya una aceptación de lo que pasa, hemos de tener comprensión, y sobre todo saber que estamos en buenas manos, que podemos estar seguros. Así, la paz se construye a partir de las dificultades, es algo interior que se va conquistando, es hacerse confiable para sí y los demás, no focalizarse en los problemas sino en las  soluciones, es abrirnos a la aceptación. 

La espiritualidad cristiana subraya que “para alcanzar la paz, hay que aceptar la voluntad de Dios; para aceptar la voluntad de Dios, hay que espiritualizarse; y para espiritualizarse, primero hay que perfeccionar y luego trascender el ego”. Para esa la paz interior, hay que tener aceptación de la realidad, aceptación que es un acto libre. Y la aceptación depende de la comprensión adecuada; comprensión de que pase lo que pase todo será para nuestro bien, incluso del mal sale algo bueno: “no hay mal que por bien no venga”, de esta forma no hay resignación sino una aceptación plena sabiendo que todo es para un fin adecuado si nos alineamos con una idea básica: que no hay un azar o casualidades, sino que todo viene de arriba, de una “causación descendiente” por la que todo lo que ocurre es adecuado a nuestro desarrollo personal. Por eso, la paz interior depende principalmente de ese trabajo interior en nosotros mismos, no de circunstancias externas. Depende de esta comprensión que nos permite “deconstruir las creencias limitantes” para poder incorporar una información más  correcta.

Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia

 

Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia

2023-11-06

El camino del abandono de los niños nos lleva directos a Jesús, a la misericordia de...

Llucià Pou Sabaté

El camino del abandono de los niños nos lleva directos a Jesús, a la misericordia de nuestro Padre Dios… así la vida es de rosas, con espinas que luego son gloria

“En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado, y les dijo: El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño entre vosotros es el más importante...” (Lucas 9,46-50).

El mes de octubre comienza con la memoria de Santa Teresita, apóstol de la Misericordia; ella nos hace ver que “Dios es sólo amor y misericordia”, Dios es un Padre que me ama, y por eso lo perdona todo; realmente Dios antes que nada es Amor, y todo ha sido hecho porque nos ama: "Dios creó solo aquellos seres, de los que se enamoró" (Card. Lehman). Cada uno podemos pensar: existo, porque Él se enamoró de mí. Soy aceptado por Dios; me quiere como soy. En mí todo es gracia: nací de un sueño de amor de Dios –que está loco por mí- y me tiene un amor gratuito. Una chica, al descubrir cómo vivir de la gratuidad de Dios, escribía: “Una tarde volvía yo de la reunión de oración y mi abuela me esperaba en la cocina, como siempre. Yo le conté emocionada: ‘-yaya, ¡no te imaginas! ¡Dios me quiere como soy! No tengo que hacer nada para que me quiera... ¿no es alucinante?’ Y a mi abuela se le llenaron los ojos de lágrimas y me dijo: ‘-me han estafado. Me han engañado’. Y es que a ella le habían predicado que el amor de Dios hay que merecérselo y ganárselo a base de méritos. Claro, como eso es imposible, nunca se había sentido digna y, por tanto feliz. Ella no conocía el significado de ‘dejarse amar por Dios’” (de una revista de la renovación carismática).

¿Tiene razón la nieta o la abuela? Realmente el corazón de Dios se vuelca en mí como hijo, más allá de la realidad concreta de mis obras buenas o malas. Cuántas angustias se han causado, por no explicar bien cómo es Dios, mostrándolo como “justiciero”... toda justicia divina hay que entenderla desde esa misericordia, todas las verdades de doctrina, hasta el infierno: que no lo ha hecho Dios para nosotros, sino que es la triste posibilidad de no amar, la autoexclusión de quien no quiere amar a Dios y a los demás. ¿Es al mismo tiempo cierto que las obras son meritorias? Si, y pienso que sólo podemos captar la Misericordia cuando abrimos el corazón, es como un chorro inmenso que está siempre –el Amor que siempre está como cayendo del cielo- pero del que sólo podemos llenarnos según nuestro recipiente, la medida de nuestro corazón. ¿Cómo se ensancha éste? Cuando se da; y es algo cíclico: la grandeza del amor se multiplica cuando se da: eso lleva a fijarse en lo bueno, en lo positivo de los demás, en sus cualidades, virtudes, acciones...

Hoy es particularmente iluminante este espíritu de Santa Teresita, que nos muestra un  Dios todo amor y misericordia, donde la justicia queda explicada con la ternura.

Encuentra su vocación al leer un pasaje de S. Pablo sobre la caridad (I Cor, 13). Todo queda claro para ella y puede escribir: “¡ Oh, Jesús, amor mío, he encontrado al fin mi vocación ! ¡Mi vocación es el Amor!… Sí, he encontrado mi puesto en la Iglesia y ese puesto, Dios mío, eres Tú quien me lo ha dado. En el corazón de la Iglesia, mi madre, yo seré el amor. Así lo seré todo ¡¡¡Así mi sueño se verá realizado!!!” (Manuscrito B, 3 v).

Un año después de su muerte se publica un libro a partir de sus escritos: Historia de una Alma, que va a conquistar al mundo y dará a conocer a esta joven religiosa que había amado a Jesús" hasta morir de amor". Una vida escondida iba a iluminar el mundo.

Diría Juan Pablo II sobre ella: «En una cultura racionalista y demasiado a menudo invadida por un materialismo práctico ella opone con una sencillez que desarma "la pequeña vía" que conduce al secreto de toda existencia: el Amor divino que envuelve y penetra toda la aventura humana... En un tiempo como el nuestro, caracterizado por la cultura de lo efímero y del hedonismo, esta nueva Doctora de la Iglesia se muestra dotada de una singular eficacia para esclarecer el espíritu y el corazón de los que tienen sed de verdad y de amor». Propone también a Teresita como patrona de los jóvenes: «Creo que los jóvenes pueden encontrar efectivamente en ella una auténtica inspiradora para guiarles en la fe y en la vida eclesial, en una época en la que el camino puede estar lleno de pruebas y dudas»: «Teresa experimentó diferentes pruebas, pero recibió la fuerza para permanecer fiel y confiada».

“El Señor la rodeó cuidando de ella, la guardó como a las niñas de sus ojos, extendió sus alas como el águila, la tomó y la llevó sobre sus plumas; el Señor sólo la condujo” (Dt 32,10).

Santa Teresa del Niño Jesús nació en Alençon en 1873. Como no se veía en la “perfección” que se predicaba para alcanzar la santidad, no se perdió en disquisiciones teológicas, sino que tuvo la intuición del “ascensor”, un camino directo a través del amor: «Siempre he deseado, afirmó en su autobiografía Teresa de Lisieux, ser una santa, pero, por desgracia, siempre he constatado, cuando me he parangonado a los santos, que entre ellos y yo hay la misma diferencia que hay entre una montaña, cuya cima se pierde en el cielo, y el grano de arena pisoteado por los pies de los que pasan. En vez de desanimarme, me he dicho: el buen Dios no puede inspirar deseos irrealizables, por eso puedo, a pesar de mi pequeñez, aspirar a la santidad; llegar a ser más grande me es imposible, he de soportarme tal y como soy, con todas mis imperfecciones; sin embargo, quiero buscar el medio de ir al Cielo por un camino bien derecho, muy breve, un pequeño camino completamente nuevo. Quisiera yo también encontrar un ascensor para elevarme hasta Jesús, porque soy demasiado pequeña para subir la dura escalera de la perfección».

Vivió la cruz, ya desde los cinco años cuando su madre murió. Cuando tenía nueve años, su hermana Paulina, que era para ella «su segunda mamá», entró como carmelita en el monasterio de la ciudad. Cuando tuvo una grave enfermedad, el 13 de mayo de 1883, una imagen de la Virgen María sonríe a Teresa que es curada súbitamente. Al año siguiente, el 8 de junio, su primera Comunión es para ella una "fusión" de amor. Jesús se entrega al fin a ella y ella se entrega a Él. Piensa ya en ser carmelita. La entrada en el Carmelo de su tercera madre, su hermana María, la desestabiliza. Sufre una grave crisis de escrúpulos obsesivos, está hipersensible y "llora en exceso". Desea morir y ser liberada. Al volver de la misa del Gallo el año 1886, la gracia toca su corazón. Es una verdadera conversión que la transforma en una mujer fuerte. El Niño del pesebre, el Verbo de Dios le ha comunicado su fuerza en la Eucaristía.

Llega hasta el Papa León XIII para pedir su entrada en el monasterio, y a los 14 años y medio entra por fin, en su vocación de "amar a Jesús y hacerlo amar". Comprende que su vocación no consistirá sólo en orar por la conversión de los grandes pecadores, sino también en rezar por los sacerdotes. A los 23 años enfermó de tuberculosis y murió a los pocos meses. Pío XII quiso asociarla, en 1927, a san Francisco Javier como patrona de las misiones (Coro Marín).

Su más grande sufrimiento será la enfermedad de su amado padre, internado en El Buen Salvador de Caen, hospital para enfermos mentales. Su Carmelo, marcado por el temor a un Dios a quien se ve sobre todo como un Dios justo, le pesa. Aspira al amor cuando lee la "Llama de amor viva" de S. Juan de la Cruz. En esta época es cuando la joven hermana Teresa del Niño Jesús de la Santa Faz descubre la gracia de profundizar en la Paternidad de Dios que nos es otra cosa que Misericordia y Amor (expresadas en su Hijo Jesús, hecho hombre, vivida en una confianza absoluta. "Si no volvéis a ser como niños no entraréis en el reino de los cielos" (Mt 18, 3).

Pequeñas anécdotas le hacen vivir intensamente el amor de Dios. Cuenta el obispo Guy Gaucher que la vida de sor Teresa fue normal, sin especial fama. Tuvo una noche oscura en sus últimos momentos, y una fuerte enfermedad, y se abandona en el Señor. Escribe poco antes de su muerte: “dice el Evangelio que Dios vendrá como un ladrón. A mí vendrá a robarme con gran delicadeza. ¡Como me gustaría ayudar al Ladrón!... no tengo ningún miedo del Ladrón. Lo veo lejos y en vez de gritar: ¡al ladrón!, lo llamo diciéndole: ¡por aquí, por aquí!” Este espíritu -del Evangelio- es útil para impregnar todos los campos (Derecho, relaciones laborales...) pero pienso que particularmente la educación.

Mirando una imagen de Jesús con dos niños, explica con inocencia profunda: “soy yo este pequeñito que ha subido al regazo de Jesús, que alarga tan graciosamente su piernecita, que levanta la cabeza y lo acaricia sin temor. El otro pequeño no me gusta tanto; le han dicho algo..., sabe que debe tratar con respeto a Jesús”. Tantas veces la educación –también la religiosa- ha sido cargada de un respeto que da miedo, y lo que más ayuda al ambiente de nuestro tiempo, lleno de miedo e inseguridad, es esa paz y esperanza de sentirnos queridos, pese a nuestras equivocaciones e incertidumbres. Cuando se encuentra vacía de obras buenas de cara al juicio que llega a su muerte, dice la Doctora de la Iglesia que Jesús “no podrá pagarme –según mis obras-... Pues bien, me pagará según las suyas”.

La tuberculosis mina su salud y la debilita. Teresa emplea sus últimas fuerzas en enseñar "su camino de infancia espiritual" a las cinco novicias que tiene a su cargo y por carta a sus hermanos espirituales, sacerdotes y misioneros en Africa y China, y en sus escritos "canta las misericordias del Señor" en su corta vida.

El seminarista Mauricio Bellière, de veinte años, será su “alma gemela” también en la agonía de una pasión escondida, como se hablaron por carta, con la promesa de que ella le ayudaría desde el cielo. Será Padre Blanco y partirá a Nyassland (hoy Malawo) cuando ella estaba muriendo. Expulsado de su familia religiosa, volverá a Francia y vagará despreciado por todos morirá hospitalizado en el Buen Salvador de Caen en 1907, a los treinta años. En el mismo hospital psiquiátrico donde estuvo el padre de Teresa. Su olvidada tumba ha sido restaurada, al ver que sus desobediencias y faltas de carácter eran debidas a que padecía la enfermedad del sueño, causada por las moscas durante su dedicación misionera. Las once cartas de Teresa son muy importantes para ver que las rosas están llenas de espinas, que «la noche de la fe» comprende dudas, abandono total, la tentación de la desesperación. Juan Pablo II señala que ella ahora «sostiene a sus hermanos y hermanas en todos los caminos del mundo».

Pidiendo "hacer el bien en la tierra después de su muerte, hasta el fin del mundo", profetizando humildemente que su misión póstuma sería enseñar su caminito a las almas y "pasar su cielo haciendo el bien en la tierra", muere el 30 de septiembre 1897. Murió desconocida en un pequeño Carmelo de Provincias, no había más de treinta personas en su entierro en el cementerio de Lisieux. Sin embargo, a su canonización en S. Pedro de Roma asistirán más de 500,000 el 17 de mayo de 1925. Una vida muy ordinaria y muy escondida. "Quiero pasar mi cielo haciendo bien en la tierra", dice mostrando un cielo mucho más activo de como se veía. Proclamada "Doctora de la Iglesia" por el Papa Juan Pablo II en 1997 (Coro Marín).

“Acallo y modero mis deseos, como un niño en brazos de su madre”, rezamos con el salmo. El abandono en los brazos de Dios resume el camino de Santa Teresa. Leyendo Isaías 66, comprendió que no podía subir sola la escalera de la perfección, pero que Jesús la cogería en sus brazos y la subiría como en un ascensor rápido. Es el descubrimiento de su “caminito": "Jesús se complace en mostrarme el único camino que conduce a esa hoguera divina. Ese camino es el abandono del niñito que se duerme sin miedo en los brazos de su padre" (Manuscrito B, 1v).

Su descubrimiento es que Dios es esencialmente Amor Misericordioso. En adelante verá todas las perfecciones divinas, incluida la justicia, partiendo de la Misericordia. Esto conlleva una confianza audaz: "Quiero ser santa, pero siento mi impotencia y te pido, Dios mío, que seas Tú mismo mi santidad" (Acto de ofrenda). Es dejar hacer a Jesús:" Sí, lo sé, cuando soy caritativa , es únicamente Jesús quien actúa en mí. Cuanto más unida estoy a Él, más amo a todas mis hermanas" (Manuscrito C, 13 r).

Decía la santa, sobre nuestro afán de ser algo o alguien: “Somos una gotita de rocío que se oculta en el cáliz de la flor de los campos. Desconocidas de todos. No debemos envidiar ni siquiera al claro arroyuelo que serpentea por la pradera. Es verdad que su murmullo es muy dulce; pero, además de que por eso mismo no puede permanecer oculto, el arroyuelo no cabe en el cáliz de la Flor de los campos... ¿Es necesario ser tan pequeño para poder acercarse a Jesús...? Es más útil el arroyuelo que la gota de rocío, la cual no sirve más que para refrescar un instante la frágil corola de una flor silvestre. Esto es ignorar la causa del mérito de las obras. Jesús no tiene necesidad de nuestras obras brillantes ni de nuestros pensamientos sublimes; si él quisiera concepciones elevadas, ¿no tiene sus ángeles, cuya ciencia sobrepasa infinitamente la de los más grandes genios de este mundo? No es, pues, ni la grandiosidad de las obras ni los talentos lo que Jesús quiere y aprecia. No pide más que una gotita de rocío que durante la noche de esta vida permanezca oculta en Él, en el cáliz de la Flor de los campos”

domingo, 5 de noviembre de 2023

El conflicto palestino solo puede arreglarse negociando la paz

 

La parte más difícil será la negociación de las tierras de cada Estado.


Por: Llucià Pou Sabaté | Fuente: Catholic.net



Los judíos europeos han sufrido, han sido discriminados, encerrados en guetos y una persecución cuyo objetivo era el intento de su destrucción completa. Siguen ahora queriendo eliminarlos de su Estado, los gobiernos islamistas de su alrededor excepto Egipto. Pero la dominación israelí sobre Gaza y los palestinos durante más de medio siglo ha provocado resentimiento  y odio. 

Además, los conflictos armados por desgracia ya no son entre militares sino que las guerras son totales, con muchas víctimas entre la población civil. Desde la Primera Guerra Mundial en la que “sólo” murió el 5% de los civiles cada vez más los civiles van siendo mayoría de los muertos por los ataques: en Ucrania el 98% de las víctimas son civiles. Las guerras son cosa de locos endemoniados, dirigentes que sentados en sus sillones mandan a morir a su pueblo que no les importa nada. Se dice que en el siglo XX murieron 200 millones de personas en las guerras.

En el ámbito internacional, parece que ninguno de los países productores de petróleo está dispuesto a ir a la guerra del lado palestino, y que no tiene relevancia el conflicto en la economía mundial. El pueblo palestino parece que es usado como un títere por parte de Irán y grupos islamistas; Qatar, Turquía simpatizan con Hamás, Egipto no se sabe aunque oficialmente es el único que ha reconocido el Estado de Israel… Y dicen que Putin no ha perdonado al dirigente israelí que se pusiera del lado de Ucrania en el conflicto de la invasión. 

Las reacciones en América son variadas: dejando aparte el apoyo de los Estados Unidos, principal protagonista en Israel, México ha protestado enérgicamente del atentado de Hamas y ha destacado que la actual ofensiva pueden ser crímenes de guerra. Bolivia ha roto relaciones diplomáticas con Israel; Chile y Colombia han llamado a consultas a sus embajadores en Israel. 

La demencia sólo puede curarse con la sabiduría, expresado en la oración de Francisco de Asís con estas palabras: "Donde haya odio, que yo lleve amor; donde haya discordia, que yo lleve unidad; donde haya desesperación, que yo lleve esperanza; donde haya oscuridad, que yo lleve luz". Para que impere esa paz tiene que haber justicia, por parte de Israel. Ahora muestran el deseo de que en Gaza haya una tutela internacional. No sé cuál es la mejor actuación, pero cualquier cosa antes que continúen los palestinos sin la posibilidad de vivir en dignidad, acosados tanto por Hamas como por Israel. Los pobres están entre el enemigo de dentro y el de fuera.


El ataque a la población civil de Gaza es un genocidio, pero la ONU no actúa y deja hacer a Israel; tiene intereses ocultos como dejarse influenciar por Estados Unidos, pero no es una novedad pues tampoco hizo nada en el genocidio contra los tutsis, los musulmanes bosnios, los yazidíes y los rohinyás, denuncia Craig Mokhiber, un directivo de la ONU en Nueva York en su carta de dimisión: “estamos fracasando una vez más”. Y añade: “la actual matanza masiva del pueblo palestino, arraigada en una ideología etnonacionalista de asentamiento colonial, como continuación de décadas de persecución y purga sistemáticas”. Y añade algo que mucha gente no conoce: “En Cisjordania, incluida la Jerusalén ocupada, las viviendas son confiscadas y reasignadas basándose exclusivamente en la raza, y los violentos pogromos de los colonos van acompañados de unidades militares israelíes. En todo el país, el apartheid gobierna”.

El deber fundamental de la ONU, de defender el derecho internacional, no se cumple. Estados Unidos, con el lobby israelí, apoyan una barbarie, que no servirá para la paz hasta que termine la tiranía israelí. La solución mejor es la de hacer dos Estados, pero sin apartheid en un proceso como el Sudáfrica hasta los años 90. Por lo pronto, conviene un acuerdo internacional entre las partes, para poner fin al asedio sobre Gaza, poner fin a  la limpieza étnica de Gaza, Jerusalén y Cisjordania, llevar ayuda humanitaria y la reconstrucción. 

Lógicamente, en este diálogo difícil, tendrán que ceder las dos partes para llegar a un pacto: por parte palestina, el fin de Hamas y otras fuerzas terroristas; y por parte de Israel, el fin de esa injusta opresión contra Palestina. La parte más difícil será la negociación de las tierras de cada Estado, y para eso los organismos internacionales pueden jugar un papel clave, incluso de tutela pues el odio acumulado durante tanto tiempo puede hacer difícil la convivencia de judíos y palestinos en los dos Estados, sin esa tutela temporal.


El transcurrir de las generaciones: un vínculo entre la espiritualidad y el tiempo

  El transcurrir de las generaciones: un vínculo entre la espiritualidad y el tiempo Es innegable que en la España contemporánea, la adhesió...