Desde pequeño he entendido que ayudar a los demás era la forma de estar bien, que hacer el bien me hacía crecer como persona; y quiero seguir ayudando con sesiones individuales, talleres y charlas, compartir ideas y experiencias. Te invito a participar en el proyecto, y en el contacto que está al final de esta página podemos quedar para una sesión gratis evaluativa.
martes, 26 de diciembre de 2023
En la clausura del curso de espiritualidad de la Universidad de Granada
domingo, 24 de diciembre de 2023
¿Qué es navidad?
Navidad es dejar que Jesús nazca en nuestro corazón. En Belén celebró su llegada a este mundo en medio de personas sencillas.
Cuando soñamos con un paraíso perdido, donde está el árbol de la vida, pensemos que el verdadero árbol de la vida no está lejos de nosotros, no es alargar las células de nuestro cuerpo unos años más, o transmitir ciertos datos a través del mundo informático para que nuestra sabiduría no se pierda, ni buscarlo al otro lado del universo en algún paraje de un mundo perdido. Lo tenemos hoy en Jesús, fruto del árbol de la vida, la vida misma, que se hace comida para abrirnos a ese paraíso añorado, pues Belén significa “casa de pan”: Jesús nace para darnos vida con su comida, pan de la vida, salvación. Nos trae la luz para que podamos ver todo desde la mirada de hijos de Dios. En medio de esa noche de Navidad, quizá oscura porque en el mundo hay penas, nos llega un mensaje: "a los que le recibieron, les da poder para ser hijos de Dios".
Hoy hace 800 años (fue en 1223) San Francisco de Asís, en el pueblecito de Greccio, quiso celebrar la Navidad en una cuevita de un bosque, e hizo un “pesebre vivo” con personas que representaban a María, a José, un bebé que hizo de Jesús, los pastores y siguiendo el relato del Evangelio de San Lucas, después de tocar las campanas de la iglesia, convocó al pueblo a ¡una celebración especial!… y con la luz de antorchas se dirigieron al lugar indicado, al ver el espectáculo cayeron de rodillas asombrados, y celebraron la primera Navidad de la historia, luego se celebró allí mismo la Misa.
Jesús, “luz del mundo”, nos pide hacernos niños con él, hijos de Dios. ¡Que la cercanía con Jesús niño nos dé saber mirar como niños todos los días del año, verlo todo con ojos nuevos de quien se sabe seguro en manos de Dios! Pues la razón más profunda de la alegría radica en que somos hijos de Dios.
Así habrá paz a nuestro alrededor, pues «la paz comienza por una sonrisa»; y aunque haya dificultades en el mundo, oscuridad, esta luz irá deshaciendo el hielo de tantos corazones, si sabemos llevar ese calor desde nuestro corazón a nuestro alrededor, así habrá más personas con más amor, y se hará "masa crítica" para una "reacción en cadena". San Agustín aconseja: «Dicen que los tiempos son malos, difíciles. Vivamos bien y los tiempos se volverán buenos. ¡Nosotros somos los tiempos! ¡Los tiempos son lo que somos nosotros!». ¡Feliz Navidad!
miércoles, 20 de diciembre de 2023
Sobre el ataque a la iglesia cristiana de Gaza y otros escritos
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La búsqueda de una paz en Tierra Santa
La búsqueda de una paz en Tierra Santa
Por: Llucià Pou Sabaté | Fuente: Catholic.net
Es fundamental que se trabaje para que haya dos Estados bien marcados en Tierra santa: Israel y Palestina, y un "estatus especial" para la ciudad de Jerusalén (de control internacional), pues toda guerra es una derrota. Esto es lo que dicen muchos países como España, México, y la diplomacia vaticana que está muy bien informada, pues hay ahí muchos cristianos allí sobre todo árabes, y nadie puede decirle que es aliada de Israel como muchas potencias occidentales: desde el comienzo del Estado de Israel los cristianos de Tierra santa, que en muchos sitios eran mayoría, han pasado a ser cada vez una minoría cada vez más exigua.
En las guerras, pierden, como decía Gandhi siguiendo la imagen del Evangelio: “ojo por ojo y todos acabaremos tuertos”. Hay mucho trabajo por hacer, porque Israel reconoce el derecho a existir de un estado palestino pero los países islamistas de la zona no reconocen el derecho a existir del estado de Israel (quieren eliminar al pueblo judío de ese territorio). Y en ese impase, Israel ha ido avanzando y toma más territorio incumpliendo en eso los tratados internacionales que ofrecían como solución lo apuntado más arriba: dos Estados y un estatuto internacional para Jerusalén.
La brutalidad del acto terrorista de Hamas sigue el modelo del grupo terrorista Isis en sus manuales y que quieren extender por Occidente, y además Hamas ha tomado el gobierno de toda Gaza que ya no es una democracia sino que se convierte en un estado de terror. Hamas no quiere el bien de los palestinos, sino que busca el caos para sus intereses, y le importa muy poco la muerte de la población, y eso lo hace con sus apoyos de Irán, Isis etc. Sólo trata de extender el terror con una multitud de cadáveres esparcidos, su arma es crear el miedo.×
Por eso, se ha dicho que “Hamas ha abierto las puertas del infierno para Gaza”. Pero la acción de Israel ha sido bombardear indiscriminadamente, cuando podía haber hecho una acción más inteligente, pues es curioso que sus servicios de inteligencia no hayan actuado cuando debían. Todo parece que quieren aprovechar haber sido víctimas de un acto horrible de los terroristas, para erradicar el grupo Hamas de un modo rápido sin contar con los efectos inhumanos que eso tiene. En esto, tanto Israel como Estados Unidos son impacientes en sus guerras, y no tienen la ética del respeto a la dignidad de todas las personas, y la sabiduría de saber esperar el momento oportuno para cada cosa. En cierto modo, en lugar de establecer un estilo de política ética, se hacen cómplices al usar las armas de los terroristas. Y en eso pierden la razón. Claro que pueden usar como defensa propia actos de guerra, pero con proporcionalidad.
Estos días he leído en una viñeta que un niño le pregunta a su padre: “¿por qué no se puede matar a los malos? Quedaríamos los buenos” y su padre le responde: “no, hijo: quedaríamos solo los asesinos”. Todos tenemos ego, que si nos domina en lugar de la racionalidad y el amor, nos convierte en enemigos de otros por motivos de todo tipo: político, religioso, deportivo… En el Nuevo Testamento, Pablo dice que todos necesitamos una liberación interior, y sin ella hay guerra. La confianza y la seguridad que da el saberse amado por Dios hace que no absoluticemos nacionalismos y modos de ver propios, necesitamos la liberación de nuestro ego para ver más a fondo las cosas, el punto de vista de los demás. En su parte animal, el hombre necesita “marcar su territorio” y defenderse de los que entran en él, como vemos por ejemplo en los leones. Así también nosotros defendemos no sólo una tierra, sino que queremos “marcar territorio” con nuestras ideas, atacando las de otros que piensan distinto. A eso hemos de llamarlo intolerancia, por faltar el respeto a las personas y su dignidad.
Por decirlo de algún modo concreto, desde que los romanos destruyeron Jerusalén y el Templo hacia el año 70 (lo mismo podríamos decir antes de las invasiones griegas, o de Babilonia) han quedado en la diáspora los judíos, sin tierra, y al surgir su sentimiento de nación sobre todo después del holocausto, han querido un territorio para defenderse. Esto es normal, tienen derecho a ello. Pero hay un modo más profundo de actuar que el de la guerra, y es con ese amor que conquistó al imperio romano de otro modo, no por las armas. Que conquistó la independencia de la India sin violencia.
Por eso José I. González Faus (teólogo) dice: “pido por favor a todos los judíos: lean a E. Lévinas. Sentirán vergüenza de lo que están haciendo hoy, o tendrán que llamar ‘antisemita’ a uno de los judíos más grandes de nuestros días. A los musulmanes les pido igualmente: lean a Rumi o a Ibn Arabí y sentirán lo mismo”. Sólo si elevamos nuestro nivel de consciencia podremos arreglar ese “pastel” que una vez se ha causado, no hay forma de “comérselo”. Es un escándalo satánico el que se produce en Tierra Santa, donde precisamente nació el Príncipe de la paz.
Nuevo paradigma y formas de espiritualidad en el siglo XXI, por Nieves Acosta
martes, 19 de diciembre de 2023
Navidad, volver a casa, acogida de padre y madre
Sobre la guerra de Gaza y otros textos
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