En la vida todo es aprendizaje, y lo mejor está por llegar…
Mostrando entradas con la etiqueta tierra santa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta tierra santa. Mostrar todas las entradas

miércoles, 20 de diciembre de 2023

La búsqueda de una paz en Tierra Santa

 La búsqueda de una paz en Tierra Santa

En el Nuevo Testamento, Pablo dice que todos necesitamos una liberación interior, y sin ella hay guerra.


Por: Llucià Pou Sabaté | Fuente: Catholic.net



Es fundamental que se trabaje para que haya dos Estados bien marcados en Tierra santa: Israel y Palestina, y un "estatus especial" para la ciudad de Jerusalén (de control internacional), pues toda guerra es una derrota. Esto es lo que dicen muchos países como España, México, y la diplomacia vaticana que está muy bien informada, pues hay ahí muchos cristianos allí sobre todo árabes, y nadie puede decirle que es aliada de Israel como muchas potencias occidentales: desde el comienzo del Estado de Israel los cristianos de Tierra santa, que en muchos sitios eran mayoría, han pasado a ser cada vez una minoría cada vez más exigua. 

En las guerras, pierden, como decía Gandhi siguiendo la imagen del Evangelio: “ojo por ojo y todos acabaremos tuertos”. Hay mucho trabajo por hacer, porque Israel reconoce el derecho a existir de un estado palestino pero los países islamistas de la zona no reconocen el derecho a existir del estado de Israel (quieren eliminar al pueblo judío de ese territorio). Y en ese impase, Israel ha ido avanzando y toma más territorio incumpliendo en eso los tratados internacionales que ofrecían como solución lo apuntado más arriba: dos Estados y un estatuto internacional para Jerusalén.

La brutalidad del acto terrorista de Hamas sigue el modelo del grupo terrorista Isis en sus manuales y que quieren extender por Occidente, y además Hamas ha tomado el gobierno de toda Gaza que ya no es una democracia sino que se convierte en un estado de terror. Hamas no quiere el bien de los palestinos, sino que busca el caos para sus intereses, y le importa muy poco la muerte de la población, y eso lo hace con sus apoyos de Irán, Isis etc. Sólo trata de extender el terror con una multitud de cadáveres esparcidos, su arma es crear el miedo.×

Por eso, se ha dicho que “Hamas ha abierto las puertas del infierno para Gaza”. Pero la acción de Israel ha sido bombardear indiscriminadamente, cuando podía haber hecho una acción más inteligente, pues es curioso que sus servicios de inteligencia no hayan actuado cuando debían. Todo parece que quieren aprovechar haber sido víctimas de un acto horrible de los terroristas, para erradicar el grupo Hamas de un modo rápido sin contar con los efectos inhumanos que eso tiene. En esto, tanto Israel como Estados Unidos son impacientes en sus guerras, y no tienen la ética del respeto a la dignidad de todas las personas, y la sabiduría de saber esperar el momento oportuno para cada cosa. En cierto modo, en lugar de establecer un estilo de política ética, se hacen cómplices al usar las armas de los terroristas. Y en eso pierden la razón. Claro que pueden usar como defensa propia actos de guerra, pero con proporcionalidad.

Estos días he leído en una viñeta que un niño le pregunta a su padre: “¿por qué no se puede matar a los malos? Quedaríamos los buenos” y su padre le responde: “no, hijo: quedaríamos solo los asesinos”. Todos tenemos ego, que si nos domina en lugar de la racionalidad y el amor, nos convierte en enemigos de otros por motivos de todo tipo: político, religioso, deportivo… En el Nuevo Testamento, Pablo dice que todos necesitamos una liberación interior, y sin ella hay guerra. La confianza y la seguridad que da el saberse amado por Dios hace que no absoluticemos nacionalismos y modos de ver propios, necesitamos la liberación de nuestro ego para ver más a fondo las cosas, el punto de vista de los demás. En su parte animal, el hombre necesita “marcar su territorio” y defenderse de los que entran en él, como vemos por ejemplo en los leones. Así también nosotros defendemos no sólo una tierra, sino que queremos “marcar territorio” con nuestras ideas, atacando las de otros que piensan distinto. A eso hemos de llamarlo intolerancia, por faltar el respeto a las personas y su dignidad.

Por decirlo de algún modo concreto, desde que los romanos destruyeron Jerusalén y el Templo hacia el año 70 (lo mismo podríamos decir antes de las invasiones griegas, o de Babilonia) han quedado en la diáspora los judíos, sin tierra, y al surgir su sentimiento de nación sobre todo después del holocausto, han querido un territorio para defenderse. Esto es normal, tienen derecho a ello. Pero hay un modo más profundo de actuar que el de la guerra, y es con ese amor que conquistó al imperio romano de otro modo, no por las armas. Que conquistó la independencia de la India sin violencia.

Por eso José I. González Faus (teólogo) dice: “pido por favor a todos los judíos: lean a E. Lévinas. Sentirán vergüenza de lo que están haciendo hoy, o tendrán que llamar ‘antisemita’ a uno de los judíos más grandes de nuestros días. A los musulmanes les pido igualmente: lean a Rumi o a Ibn Arabí y sentirán lo mismo”. Sólo si elevamos nuestro nivel de consciencia podremos arreglar ese “pastel” que una vez se ha causado, no hay forma de “comérselo”. Es un escándalo satánico el que se produce en Tierra Santa, donde precisamente nació el Príncipe de la paz.

jueves, 15 de abril de 2010

El secreto de Tierra Santa.


Por su geografía y cultura, es punto de encuentro de las antiguas
civilizaciones de Egipto y Mesopotàmia, ese pequeño país de paso fue
conquistado y dominado por los persas, griegos, romanos, imperio
Otomano, Bizancio, los cruzados, los turcos... Edificado y destruido
muchas veces, es una tierra en continua construcción. El secreto de
esta Tierra santa es que ahí estuvo Jesús, y por ello ahí está el
eterno conflicto (Covadonga O'Shea). Ahí están los Santos Lugares, en
medio de un cúmulo de riqueza arqueológica, antropológica y religiosa.
Es la tierra de Abraham, que fundó el pueblo de los creyentes; de
Moisés que lo volvió a fundar (aunque él no llegara más que a las
puertas de la tierra prometida); de los Profetas y sobre todo del Rey
David, aquel antecesor e imagen de Cristo 1000 antes de que llegara el
Mesías. La capital de Israel, Jerusalén, gira en torno a un monumento
que ya no existe: el Templo de Salomón, reconstruido y ampliado
lujosamente por Herodes el Grande, para guardar un Arca de la Alianza
que tampoco existía en aquel entonces.
Los cristianos de Tierra Santa piden hoy ayuda del resto de la
Iglesia, y el Viernes Santo se celebra la Colecta por los Santos
Lugares, es una ocasión de vivir la solidaridad con esta Tierra donde
hay una presencia pequeña de seguidores de Jesús, en las distintas
confesiones: un 2% del total de la población. En medio de tensiones
territoriales de hebreos y palestinos, muchos han de emigrar pues no
aguantan la presión y la discriminación que ahí tienen los cristianos.
Orar y trabajar por la paz de los Santos Lugares es tarea de todos.
Esta Colecta en favor de Tierra Santa ya se hizo en tiempos de San
Pablo ante las dificultades de entonces (1 Cor 16,1-3).
La arqueología bíblica tiene como objetivo conocer la verdad, dar el
contexto histórico-geográfico de la Palestina del tiempo de Jesús, y
sobre Jesús y sus paisanos. No pretende "hacer creyentes", su
finalidad es mostrar las fuentes, la palabra escrita en la piedra, que
completa la que está escrita en los libros, la memoria de las gentes,
sus corazones. Aunque no deja de tener emoción mística y/o también
estética poder contemplar las mismas calles y casas que vieron los
ojos de Jesús en Galilea, y monedas y utensilios de todo tipo que
encuadran las palabras de Jesús en el ambiente que se va desvelando
con esta ciencia histórica. El círculo de esos yacimientos se va
ampliando día a día. Van iluminando así los relatos del Evangelio y la
descripción más detallada de Flavio Josefo. El desierto de Judá
también es mina de datos históricos (capítulo aparte son los
manuscritos de Qumrán, papiros de Murabbaat y Nahal Hever).
En los siglos IV-VI, ya muchos cristianos eligen vivir en Palestina:
monjes como Teodoro, Cantón, Sabas, escritores como Jerónimo, Rufino,
nobles matronas como Paula o emperatrices como Eudoxia. Palestina se
fue convirtiendo en una Tierra-Santuario. De todo esto se salvó bien
poco cuando en 614 los persas y en 636 las tribus islámicas lo
destruyen, y todo queda en abandono. Los siglos XII-XIII fueron de
cruzadas, nuevas construcciones y destrucciones. Singular papel
jugaron en los siglos posteriores los monjes griegos, armenios y
franciscanos en la custodia de los lugares santos, y atención de los
peregrinos –pocos- que se atrevían a ir. Por fin, gracias a los
incrédulos racionalistas "científicos" del siglo XIX, la ciencia
arqueológica avanzó en el sentido de que sí, de que todo era
auténtico: aparecen osarios con cruces y nombres cristianos, grafitos
en paredes se¬pulcrales de la comu¬nidad cristiana de los siglos I-V.
Los últimos yacimientos más extraordinarios son quizá los referentes a
las casas de María y Pedro. En Nazaret se descubre la primera
atestación de culto mariano, siglos II-III. Ya el Anónimo de Piacenza,
que visitó Tierra Santa en el siglo VI, escribe: "La casa de Santa
María es una basílica y se suceden muchas curaciones". Fue una
sorpresa cuando al remover los mosaicos de la iglesia bizantina para
res¬taurarlos, se vieron los escombros de debajo, como era habitual se
ponían ahí los restos no aprovechados de la antigua construcción, en
este caso edificio sinagogal de los siglos III-IV, las inscripciones
mostraban que era un lugar de culto cristiano: "AVE MARIA", "SOBRE EL
LUGAR SAGRADO DE MARIA HE ESCRITO". Así, la actual basílica de la
Anunciación de Nazaret, construida sobre la cruzada y ésta sobre otras
más antiguas, es una cadena de lugares de culto que se han sucedido a
través de la historia. La tradición está viva y vincula las personas
de la actual comunidad cristiana con los parientes de Jesús. Otro
sensacional hallazgo es la casa de San Pedro en Cafarnaún. La basílica
octogonal bizantina había sido erigida sobre una capilla anterior, la
domus-ecclesia de la que habla la peregrina Egeria en el siglo IV: "En
Cafarnaún, la casa del Príncipe de los Apóstoles ha sido convertida en
iglesia; sus paredes están hoy como entonces fueron". El nivel
inferior pertenecía al primer siglo.
Son muchos otros los lugares donde van emergiendo pruebas históricas.
El arqueólogo ha visto en sus excavaciones de los lugares santos de
Palestina cómo hay una veneración con señales de continuidad histórica
(dentro de la continua construcción/destrucción de santuarios en esos
lugares, de la historia de esas persecuciones). Esa continuidad de
presencia cristiana como garantía de devoción de esos lugares, "va
desde los primeros discípulos de Jesús hasta nuestros días" (Miguel
Piccirillo). La Iglesia del Santo Sepulcro es como la huella
silenciosa del paso de Dios por la tierra, como decía Juan Pablo II:
"lugares de la Tierra, Lugares de Tierra Santa, no sé cómo guardaros
aquí dentro, dentro de mí. No sé como pisaros, no puedo: arrodillarme
quiero ante vosotros. Doblo la rodilla y callo. Algo mío te quedará
tierra, te quedará mi silencio. Y mientras tanto te llevo dentro para
ser como tú lugar de testimonio. Me voy, me marcho como testigo, me
voy para atestiguar lo que ha pasado a través de los milenios".

llucià pou sabaté

Sobre la guerra de Gaza y otros textos

https://lluciapousabate.blogspot.com/2024/05/precario-equilibrio-en-oriente-proximo.html https://lluciapousabate.blogspot.com/2024/05/13-de-...