Carta del sacerdote Marino Asenjo, español recién llegado a Bogotá
Te cuento mis primeros días en Bogotá. La gente amabilísima: se vuelcan conmigo; me enseñan la ciudad, me acompañan a hacer gestiones; a comprar ropa. He conocido ya a un grupo de universitarios que me han dejado impresionado, pues varios estudian y trabajan al mismo tiempo, todo a costa del sueño, pues se levantan a las 4 de la mañana Ya les he dado un retiro mensual en el club Monteverde. Tienen nombres como Jeisson, Ulry, Eder, Douglas . He estado viendo el museo del oro y la lechuga que es una custodia toda de esmeraldas y que los jesuitas han donado al patrimonio, porque han tenido muchos intentos de robo. También es sorprendente la cantidad de gente que va a misa a diario. Hay misa en algún centro comercial los domingos. La gente tiene el plan completo de compras, diversión, comida y misa. Se dice en un espacio abierto que también se utiliza para conciertos de música. Me dicen que la capital tiene ya casi los 9 millones de habitantes. De largo 35 Km y de ancho unos 15,...