Cortisol para desayunar: cuando la mente adicta al sufrimiento se engancha a la negatividad
Hay personas que se levantan cada día buscando desafíos, adrenalina, retos que activarían cualquier sistema de recompensa. Otras, sin embargo, viven atrapadas en una forma más insidiosa de activación: una búsqueda inconsciente de cortisol, de angustia conocida, de problemas por anticipar. Como si necesitaran una dosis diaria de preocupación, de fracaso o de dolor emocional para sentirse “en casa”. No lo hacen por masoquismo ni por elección racional. Lo hacen porque su sistema emocional se ha habituado, durante años, a funcionar en estado de alerta, crítica o tristeza crónica . Y el cuerpo —como el adicto a la heroína— empieza a necesitar esa química, incluso cuando le destruye. La adicción a la negatividad En la depresión, esta dependencia se manifiesta como rumiación constante , búsqueda de fallos, autosabotaje o atracción por entornos y relaciones que confirman la idea de no valer. No es casual. El sistema límbico, acostumbrado a niveles altos de cortisol , activa inconscie...